En la vida cotidiana, cada cierto tiempo nos enfrentaremos a decisiones importantes sobre nuevos desafíos, como solicitar un nuevo trabajo o comenzar un nuevo curso. Asumir tales desafíos es una parte importante del crecimiento y desarrollo como persona. Cuanto más podamos probar nuestros límites y capacidades, más aprenderemos sobre nosotros mismos. Los nuevos retos son oportunidades para nosotros.
Sin embargo, no siempre lo vemos así. Cuando asumimos nuevos desafíos, también tenemos que enfrentar la posibilidad de fracasar. En lugar de ver la oportunidad en la situación, a menudo nos enfocamos en cómo será fallar.
Como resultado, embarcarse en un nuevo desafío puede ser aterrador y el miedo al fracaso puede ser demasiado para soportar. En estos casos, podemos evitar el desafío por completo y continuar por el mismo camino en el que estábamos. Nos inventamos alguna excusa para poder permanecer en nuestra zona de confort.
Pero la verdad es que permanecer en tu zona de confort, particularmente cuando lo haces por miedo, no siempre es exactamente cómodo. Al evitar los desafíos, no tenemos la oportunidad de aprender sobre nosotros mismos. Nos sentimos atrapados, como si estuviéramos llevando una vida que no es fiel a nosotros mismos. Estamos atormentados por la incomodidad, la ansiedad y la inquietante sensación de que las cosas no están del todo bien.
Hay momentos y lugares en los que podríamos querer evitar un desafío por razones buenas y realistas. Sin embargo, el problema surge cuando no reconocemos que estamos poniendo excusas. Quizás, en el fondo, tenemos miedo de lo que digan los demás y de lo que podamos aprender sobre nosotros mismos. Pero en lugar de reconocer eso, nos decimos a nosotros mismos que ahora no es un buen momento, o que esta no es la oportunidad adecuada. En realidad, es nuestro miedo el que habla.
Para llevar una vida auténtica, necesitamos asumir nuevos desafíos que nos exijan y nos den más oportunidades de ser nosotros mismos. No es que la persona auténtica no sienta el mismo miedo; más bien, simplemente están más dispuestos a enfrentar su miedo.
Las personas auténticas no dejarán que su camino en la vida sea dictado por lo que otros piensan. Están abiertos a nuevas experiencias y aprecian los desafíos de aprender sobre sí mismos, pero saben que es como cruzar un río sobre peldaños: siempre existe la posibilidad de mojarse.
La pregunta no es cómo llevar una vida en la que nunca sintamos el miedo al fracaso, sino cómo podemos seguir adelante a pesar de nuestro miedo. ¿Somos capaces de transformar nuestro miedo en entusiasmo para comprometernos con el nuevo desafío y aprender de él?
Traducido de: psychologytoday.com