Hablemos del mes del orgullo, es un mes en donde si es verdad se festeja el orgullo LGBTTTI+, que es una lucha de muchos años de personas que han buscado tener una libertad de poder demostrar y ser quienes son, de que no es malo el amar a alguien de su miso género o sexo, que la identidad de género es una construcción social.
En ese marco podemos decir que ser parte de una comunidad tan golpeada no es fácil, muchas veces en el “consultorio se escucha decir a chicos con una orientación diversa, nadie sabe que no es algo que yo pedí, a nadie le gusta que por ser quien es, le critiquen golpeen y hagan burla, más en cambio, sería algo que repetiría muchas veces”.
Si bien el orgullo y poder demostrar lo que somos es algo que se ha dado en una pelea de la comunidad LGBTTTTI+, no es una lucha exclusiva de la comunidad, hace unos días en vísperas de ingresar a junio, me ponía a reflexionar y pensar que cuantas personas que no son parte de la comunidad LGBTTTI+, estarán en una lucha similar.
En esa reflexión te invito a pensarlo desde el siguiente hecho, ¿cuántas personas lucharan desde otro punto el poder ser quienes realmente son? Pensándolo desde la consulta, pude encontrar que la mayoría de las personas se encuentran con está lucha en algún momento de sus vidas.
Buscando respuestas de lo que son o de cuantas mascaras han tenido que colocar por miedo a ser criticados, miedo a no ser queridos o para querer llegar a tener en ellos los ojos de papá o mamá, de repente sin darse cuenta los costos de buscar complacer las expectativas de los padres es demasiado caro.
Muchas veces nos perdemos en esas mascaras que se generan, esas mascaras donde el verdadero personaje dentro de ellas se queda segregado en un rincón esperando a que alguien pueda voltear a verlo, a que alguien le pueda hacer nuevamente caso, pero sabiendo que será muy difícil que eso suceda.
Es por eso que te invito a que reflexiones sobre si eres la persona que quieres ser o eres la persona que esperan todos los demás que seas, ya que eso te llevara a una de las posibles respuestas más importantes de tú vida, y esa respuesta te puede ayudar a comenzar a construir ese camino hacia el autoconocimiento y reconciliación.
Te imaginas darte cuenta que no lograste ser el veterinario que soñaste de pequeño, pero eres el abogado que mamá esperaba, y que esa situación te hace demasiado infeliz, pero al ver la sonrisa de tú madre te llena de “felicidad”, una falsa falsísima felicidad, ya que cada día te cuesta trabajo ir a trabajar o te sientes con un vacío, cómo que algo te falta en la vida.
Imagina estar así por muchos años en la vida, en esa situación de insatisfacción, de ganas de hacer algo diferente pero no poder ya que mamá o papá no quieren eso para ti, o eres el ejemplo de la familia.
Hace años una paciente me decía que lo más doloroso de su vida fue ver morir a su mamá, pero no por la muerte si no porque con ella se murió todo aquello que ella fingía ser y sobre todo, darse cuenta cuantos años desperdicio tratando de darle gusto a su madre, ella en ese entonces tenía 60 años y comenzaba a vivir, a sentirse orgullosa de ser lo que siempre quiso ser.
Es por eso estimado lector, disfruta el mes del orgullo, disfrútalo no desde el ser parte de la comunidad, si no desde la parte de siéntete orgulloso de ser quien eres, grita con todas tus fuerzas lo que quieres ser, lucha por tus sueños y no tengas miedo de ser juzgada o juzgado, recuerda que existe toda una comunidad que día a día lucha por ser reconocidos y sobre todo por defender su orgullo.
Feliz mes del orgullo, pero esperemos algún día no necesitemos tener un mes para salir a gritar el orgullo y si tener cada día viviendo con orgullo de ser quien eres, de amar a quien quieras y de vivir siendo tú mismo.
Psic. David Correa
