Seguramente en algún momento escuchaste la frase “la adolescencia es la etapa más difícil” y eso de inmediato nos lleva a pensar (si es que ya pasamos por ahí) en la propia adolescencia, o en su defecto, si eres un adolescente, puedes llegar a pensar en lo complicado que será esta fase de la vida.
Efectivamente no es una etapa sencilla, pero tampoco imposible, por ello en este texto hablaremos de forma breve, sobre algunas implicaciones del recorrido por la adolescencia; de tal forma que ello te permita repensarla desde diferentes perspectivas.
Cambios en la adolescencia
De inicio llegan cambios físicos, que sinceramente son complejos, pues existen cambios en la voz, aparición de acné, crecimiento de vello, aparición de menstruación y un sinfín de modificaciones que sufre el cuerpo. Lo anterior aunado a que en esta etapa los adolescentes buscan de forma constante aprobación física y social, son un factor determinante para la autoestima, toda vez que los cambios corporales suelen propiciar inseguridades con ellos mismos y en lo social.
Hasta este punto, se comprende que el cuerpo del adolescente se modifica y ello genera repercusiones psicológicas importantes, tal como lo menciona Aberastury y Knobel (2010), el adolescente atraviesa diversos duelos en esta etapa y uno de ellos se suscita por la pérdida del cuerpo infantil; lo que explica que es normal que los chic@s en esta etapa sufran el proceso de adaptación, la meta al finalizar esta fase será la aceptación del cuerpo.
De igual forma, Aberastury y Knobel (2010), nos señalan que existe un duelo por los padres de la infancia, ya que nuestros progenitores no nos abordan de la misma forma en la niñez que en la adolescencia; situación que ocasiona confusión, pues de forma paralela se suscita un duelo y se busca alcanzar la adaptación a estos “nuevos padres”. Será aquí crucial para los padres de familia, el establecimiento de límites, pues los chic@s en este punto, buscarán ponerlos a prueba de diferentes formas.
Es acá donde se complica para los padres de familia, debido a que es confuso establecer un “límite equilibrado”, pues regularmente establecemos esos parámetros desde nuestra historia, y eso puede repercutir en la forma en la que se lleva la relación con el hij@ adolescente; de ahí que si notas que educar a tu hijo en esta fase se te está dificultando, tal vez es el momento idóneo para acudir a terapia psicológica, para enfrentar tú historia y poder actuar de forma distinta en la educación de tus hijos. Es crucial recordar que están aprendiendo y el lugar seguro para reforzar dicho aprendizaje son los padres, ya que, de lo contrario, al existir poca comunicación, pueden recurrir a diversas prácticas de riesgo.
Finalmente, me gustaría decirte que, si tú eres el adolescente que está atravesando por los cambios que conlleva esta etapa, y percibes que se está complicando transitar por el camino, puedes pedir ayuda a un profesional de la salud, acompañado de tus padres, pues como lo habrás leído a lo largo del texto, son varios cambios los que se vivencian en este período y al no ser sencillos, es posible que te sientas atrapado, confundido, o que incluso busques a otra persona para poder desahogarte de lo que implican tantos cambios en tú vida. Recuerda que en Hadla tenemos diversas opciones de atención psicológica, que pueden ser útiles en el acompañamiento de este período para ti y tú familia.
Referencias
Aberastury, A. y Knobel, M. La adolescencia normal. Un enfoque psicoanalítico. Paidós Educador.