En el año de 2004, viendo un programa de televisión, recuerdo un tema que se discutía acerca de la depresión. Un joven, argumentaba -Estar en una relación, abierta, había quedado de común acuerdo, de amar libremente, a quien quisieran y continuar juntos.
Según el joven enamorado, no encontró su camino, confundido de amar a varios simultáneamente, se fue enredando cada vez más, hasta que su relación amorosa inicial, terminó y lo llevo a tener, una gran depresión.
Hace algunos años, las relaciones abiertas, eran tabú, para la mayoría de las parejas, tal vez un poco más de lo que lo son ahora, hemos avanzado en creatividad, afortunadamente para quien ahora, se decide a experimentar, una relación amorosa entre varios, la posibilidad es directamente proporcional a la capacidad de apertura de los interesad@s en este tipo de relación.
Tener una pareja abierta, es llevar un modo de relación, en el que deciden experimentar, abrirse a otras relaciones, bajo su propio consentimiento, decidiendo por una relación, más honesta y sin frustraciones.
La monogamia, en cambio, es un modelo de relaciones afectivo sexual de tener una sola pareja, que es el resultado de la cultura a la que pertenecemos, es antinatural, así lo confirma, la antropóloga Helen Fisher, quién dice, que la infidelidad, es inclusive una consecuencia necesaria de la química cerebral, y si pudiéramos confirmarlo, para muestra sería un botón, pudiéndolo corroborar con nosotros mismos o nuestro entorno. ¿Quién ha sido infiel? o ¿Quién? Que no lo sepamos.
Es indudable que en nuestra cultura patriarcal, determina, parte de nuestras conductas, por ejemplo, en algunos pueblos Árticos, el hombre ofrece que su mujer duerma con un extranjero, como muestra de hospitalidad.
Sin embargo, nuestros deseos, no siempre corresponden a nuestra elección, pues cada uno de nosotros tiene esa capacidad, de elegir si queremos o no una relación abierta, al pensar en ello, necesitamos estar conscientes de lo que perderíamos, más allá de lo que ganaríamos. Es decir, ¿Estarías dispuest@ a asumir las consecuencias?
Estas seguro de que ¿Podrías evadir después de un encuentro sexual, la posibilidad de involucrarte afectivamente con alguien? Si respondes afirmativamente, entonces, nada podrá detenerte, tal vez podrás experimentar la apertura, en el arte de amar a más de un@ a la vez.
Sin dejar de lado que, todo tiene un límite, también, las parejas abiertas, pues no todo se vale.